Comer es fascinante, pero hay que saber hacerlo con responsabilidad, a horas exactas todos los días y cuidando los hábitos, porque la mayoría de personas suben de peso, porque no saben comer bien. A veces el ejercicio, tomar agua y tratar de cuidar la alimentación, no son suficientes para mantener el peso y a muchas personas les sucede que entre más se cuidan, mas suben de peso o se mantienen en el mismo, sin bajar un solo kilo. Tal vez puedan estar cometiendo varios errores en su forma de alimentarse. Poder mantener el peso es más cuestión de dedicación y hacer las cosas responsablemente, sin mentiras ni engaños a sí mismo, sino aprendiendo a comer. Todo se debe en parte a los malos hábitos que tienen las personas, que desarrollaron desde muy pequeños y que después es difícil de manejarlos, pero no imposible.
El primero y tal vez es más practicado por la mayor parte de las personas del mundo, es el comer rápido, con un afán impresionante, como si alguien les fuera a quitar, como si no tuvieran tiempo. En un principio la persona se siente totalmente llena e incluso no acaba con su porción de comida o plato, pero en pocos minutos el estomago se siente de nuevo con hambre. Por qué pasa? Porque el cuerpo no contó con el suficiente tiempo para digerir todo lo que se consumía y el metabolismo se vio alterado.
La cantidad de comida que se come también influye mucho, porque hay quienes comen un plato con raciones para dos personas. Hay ocasiones en que no está mal comer un pedazo de pizza o un perro gigante, incluso un sándwich que se puede compartir, pero que alguien decidió comer solo. Lo que sí está mal es hacerlo repetidas ocasiones o que incluso esto sea el almuerzo y la comida todos los días, porque evidentemente la balanza mostrara un mayor peso. La causa es que hay una concentración de calorías mayor de 2000, que es la común para cualquier persona.
Cada actividad tiene su momento, y si se está comiendo, es comiendo. Tener distractores como el televisor o el computador es pésimo. No hay problema en comer solo no tampoco con la familia o los amigos, pero sin necesidad de algún aparato electrónico. Cuando se realizan este tipo de actividades, lo que hace el cerebro es focalizarse en las imágenes que está viendo, y deja de lado lo que está probando, masticando y digiriendo, así que finalmente no interpreta lo que la persona se come. Después de una hora, el estomago empieza sentir nuevamente hambre, porque siente que no ha comido.
El horario de las comidas debe ser estricto, porque si se cambian continuamente y con grandes espacios de diferencia, probablemente la cabeza y el estomago nunca sepan cuando es la hora de consumir alimentos y estarán pidiéndolos a cada instante. Además es como una petición de comida constante en la que la grasa se deposita rápidamente por comer tanto y es fácil subir de peso. Por último, es vital el consumo de agua porque es de una u otra manera la que ayuda a diluir la grasa y sacándola poco a poco por medio de la orina, así que es necesario que el consumo de agua sea alto.