Consumir ciertos alimentos a la hora del desayuno pueden hacer que la digestión sea más o menos agradable, por eso hay que aprender a escoger los productos, a no combinarlos sin antes consultar un especialista y sin conocer las limitaciones o requerimientos del cuerpo. El desayuno es la comida más importante del día pero no puede ser muy recargada o exagerada en ciertos componentes, porque en vez de caer bien, hará mucho daño y se sentirá hasta una posible pesadez. Por eso hay que seguir sencillos consejos y una seria de normas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de escoger ciertos alimentos.
– Lo primero es que sea alcalino, es decir, evitar un desayuno acido, en donde hay que evitar las frituras, el exceso de azúcar y la cafeína. Para mantener la energía o despierto, lo más recomendable es consumir una taza de té o una manzana. También es bueno consumir cereal. Una señal de que la dieta es demasiado acida, es tener un mal sabor de boca en las mañanas, así que para poder minimizar este efecto tan desagradable, es bueno consumir agua tibia con limón, pero jamás con azúcar. Poco apoco la mejoría será notoria.
– No hay que mezclar los alimentos dulces con los salados, pues caerán mal en el estomago. Es bueno consumir mucha fruta y mejor si es después de ir al gimnasio o si la temperatura es alta. Pero si se quiere tener solo una alimentación salada, hay que dejar de lado la fruta y consumir sándwich o huevos. Lo que pasa al combinar todos estos alimentos, es que la fruta es un alimento ligero y super fácil de digerir, pero cuando se combinan con productos salados, lo que provocan es inflamación.
– El comer carbohidratos no implica que necesariamente se suba de peso, solo hay que saberlos escoger correctamente, ya que dos terceras partes de los alimentos que consumen deben ser de este tipo. Por ejemplo, la pasta y el arroz pueden ser reemplazados por la presentación integral y es benéfico aumentar el nivel de avena, quinua o cebada. Por ningún motivo hay que comer productos refinados y lo mejor es cambiar el pan blanco por el integral.
– Una cosa es que haya que comer bien y que el desayuno sea importante, pero no quiere decir que se deban consumir grandes cantidades y que el estomago quede completamente repleto, pues el cuerpo empleara gran parte de la energía que adquiere tratando de digerir toda la cantidad de comida que se consumió. Es mejor quedar con un poco de hambre y que después a la hora de las onces, se consuma una fruta y tener nuevamente energía hasta la hora del almuerzo.
– Los lácteos son buenos pero no en cantidades desmedidas, y es peor cuando una persona sufre de asma, alergias o algunos problemas respiratorios. El problema es que, por ejemplo, la leche tiene componentes que no nutren y que hagan que la sangre de acidifique. Por otro lado, son muy dañinos para el colon de algunas personas, haciendo que se altere tan pronto quieren asimilar este tipo de productos.