Hay niños que pueden comer demasiado y sus padres no conocen la razón por eso antes de regañarles o prohibirles algo, es bueno saber el origen del problema y buscar la mejor solución. A los niños les agrada comer pero no lo hacen en exceso o hasta el punto de sentir llenura, a no ser que se sientan tristes, deprimidos, preocupados o con miedo lo que los hace en algunas ocasiones a comer desaforadamente. Ante una situación de estas, los padres no deben presionarlo, pues se asustara más y aunque hay que tener un control del peso no se debe regañar o reprender sin antes conocer que le pasa. Hay que evidenciar primero los signos que lo llevan a actuar de esa manera, por ejemplo, so todo el día está en busca de comida, si busca y rebusca, si se preocupa y siempre dice tener hambre, así acabe de comer. También suelen comérsela muy rápido, como si tuviera afán, si a pesar de haber comido una porción normal que llenaría a cualquier niño, ellos siguen comiendo y preguntan mientras comen que otros alimentos hay.
Es obvio que hay algún problema pero no hay que forzarlos a que no coman o coman menos porque se pueden desencadenar problemas alimenticios en donde dejan de comer del todo o a comer mucho mas y cuando el peso es el problema, se crea un trauma mental y se bloquean dando paso libre a la anorexia o la bulimia. Además para nadie es un secreto que una prohibición es mas tentadora y probablemente en vez de disminuir su cantidad de comida, terminen comiendo más. Jamás se puede cometer el error de juzgarlos por el peso, pues lo importante en este caso es la salud, el hecho que no se enfermen por llenura o condiciones más graves.
Hay que darles confianza, dejarlos hablar y expresar sus emociones, no mirarlos mal o señalarlos pues el objetivo es que entiendan porque es bueno comer adecuadamente y que aprendan como deben hacerlos. Por otro lado el ejemplo es muy importante y nada más peligroso o perjudicial es que los niños vean a sus padres consumiendo alimentos tipo chatarra, grasas, harinas el exceso o dulce y que también tengan uno que otro problema con el peso.Generalmente sus hábitos de alimentación se pierden por el colegio, por que llegan muy tarde y no almuerzan a la hora que es o se levantan muy temprano y desayunan a la madrugada y hay que tratar de mantenerles una rutina para que no les de hambre constantemente y terminen comiendo de mas.
También se pueden identificar estos comportamientos de comer por comer cuando se les ofrece la comida normal de un almuerzo o comida y la rechazan pero cuando ven una pizza o una hamburguesa, de inmediato se les abre el apetito. Las alternativas siempre deben girar en torno a alimentos saludables, no se debe enseñar a comer solo alimentos ricos en dulces o grasas pues también poco a poco deben acostumbrarse a las verduras y las frutas. Las comidas en familia suelen ser importantes pues tendrán un acompañamiento y orientación. Y no hay necesidad de prohibir los dulces pero si regular su consumo.