El queso es uno de los productos lácteos con mas aceptación y seguidores en el mundo, y es importante empezar a reconocer sus propiedades y características organolépticas para encontrar nuevos puntos de placer gastronómico. El queso es uno de los alimentos mas consumidos en todo el mundo y aunque hay de diversos tipos, mucha veces no se consumen de la manera más apropiada o como se supone que debe hacerse y con los acompañamientos que deben hacerse. Lo que si hay que tener en cuenta, es que así sea con comida dulce o salada, el queso será uno de los alimentos preferidos por las personas, pues generan todo tipo de sensaciones en su paladar y sentido del gusto.
El uso puede llegar a ser variado, y hay que entender que el origen también varía, por ejemplo, hay quesos de vaca, de cabra o de oveja, así que la composición y el sabor suele variar. Dependiendo del gusto de cada persona, se escoge el que más se ajuste. Precisamente por la verdad de sabores y características que presentan todos los tipos de quesos, pueden llegar a ser un gran atractivo en una reunión o búsqueda de placeres gastronómicos. Lo más recomendable es probar diversas opciones y así no se hayan probado o en el imaginario se crea que el sabor es feo, siempre es mejor arriesgarse.
Cuando se generan combinaciones de sabores, el paladar puede llegar a disfrutar aún más, no necesariamente entre quesos, sino con salsas dulces, acidas, picantes, mermeladas, frutas o demás. Después de empezar a conocer las propiedades y sabores, se puede empezar a trabajar con las recetas más famosas o las que no son tan comunes pero que incluyen queso. En este caso, las mezclas son un poco más fuertes, como el vino, algunas hierbas o cremas caseras. Con respecto a su grado de maduración, cada queso tiene un lapso diferente, y dependiendo del tiempo que se deje, puede desarrollar ciertas propiedades organolépticas que lo hacen más atractivo.