Se da una explicación básica en que debe consistir una dieta alimenticia para los enfermos de riñón.
Lo que más puede ayudar a los enfermos de riñones es llevar una buena dieta y cuando se dice esto, se hace referencia no solo a un adecuado plan alimenticio, sino a que la dieta sea equilibrada, por lo que es necesario prestar atención a los alimentos que ingerimos y a sus aportes en proteínas, grasas y azúcares.
Quizás usted no lo sabe, pero son las proteínas, las que se encuentran en la carne, el pescado y los huevos los alimentos que más esfuerzo le generan a los riñones para ser digeridas, pero con el agravante de que a la vez son alimentos necesarios y valiosos en la alimentación. Por lo tanto, debe consumirse solo en dosis necesarias y no en grandes cantidades, con el fin de evitarle un esfuerzo innecesario al riñón.
Si acaso usted es de los que tienen el colesterol alto, está más expuesto a tener problemas en los riñones, por lo que deberá disminuir considerablemente el consumo de grasas al igual que ocurre con las personas diabéticas que también deben restringir el consumo de azúcares.
Algunas frutas muy recomendadas por su contenido de potasio, como el plátano, la naranja y el limón, no son adecuadas para los enfermos renales, ya que no es un elemento que se elimine bien en estos casos, lo que ocasiona que se acumule en la sangre, lo que evidentemente no es aconsejable.
Si se sufre de hipertensión arterial, debe tener en cuenta que esta dolencia afecta el buen funcionamiento de muchos órganos, entre los que se encuentran los riñones, por lo tanto disminuir el consumo de sal es fundamental para su enfermedad renal y para evitar riesgos cardiovasculares.
Dentro de los alimentos favorables para los riñones, se encuentra la sandía, que es una fruta con excelentes propiedades diuréticas, que favorece el proceso de limpieza de los tejidos y la sangre y para algunos especialistas en nutrición, su jugo está considerado uno de los mejores aliados de los enfermos de riñones.
Otro alimento portentoso para los enfermos renales son las alcachofas, las uvas y las manzanas mientras que el apio es muy reconocido por eliminar los cálculos y arenillas. En los casos de crisis agudas, se recomienda el ayuno absoluto, que junto con el reposo son los factores que mejor favorecen al paciente y a la disolución de los cálculos renales.
En casos extremos se puede seguir una dieta líquida, ayudándose en los diuréticos naturales como la ortiga y la cola de caballo, los jugos de fruta o de zanahoria o simplemente el agua mineral preferentemente sin gas. Cuando se logre una mejoría, se pueden agregar alimentos crudos como los cereales integrales, frutas secas y ensaladas, pero siempre en pequeñas dosis y con suma moderación.