Se hace una detallada explicación sobre los beneficios que reporta para el cuerpo la práctica del método Pilates.
Si se tratara de resumir en un par de palabras las características básicas que comprende el método Pilates, las más acertadas serían sin duda: control y flexibilidad. Hace más de 50 años, el alemán Joseph Pilates desarrolló esta técnica que está concentrada en mejorar la flexibilidad del cuerpo, pero sin incrementar su volumen.
En su momento, los Pilates representaron una novedad en este tipo de actividades por la combinación de los fines que propone, como son el control del cuerpo, la mente y los músculos, y porque en la práctica de los ejercicios introdujo técnicas orientales, con técnicas de relajación. Además hasta los más ácidos críticos reconocen que el método completo, tanto los movimientos, como las demás prácticas, producen beneficios tanto para el cuerpo como para la mente.
La combinación que propone, mediante los ejercicios lentos de mucho control, hasta aquellos que implican un mayor esfuerzo físico y que se realizan tanto en el suelo como en las máquinas, permiten trabajar todo el sistema muscular, es decir, desde la musculatura periférica, hasta los músculos más profundos.
Uno de los problemas más recurrentes de la vida moderna y que a todos nos afecta, no importa la condición en la que nos encontremos, es el famoso estrés, causante de tantas dolencias y preocupaciones y la práctica del método Pilates produce una respuesta positiva en su control, por la combinación de técnicas, como son la alineación muscular, la respiración y la relajación dirigida con respiración.
Uno de los componentes más importantes del método, es el control de la respiración, o mejor sería expresarlo como la respiración dirigida, mediante la secuencia en las realizaciones de inspiraciones y expiraciones adecuadas, que permite expulsar el aire viciado y renovar con aire nuevo los pulmones, restableciendo así mismo, todo el sistema respiratorio y limpiando el flujo sanguíneo, que se ve beneficiado de ese nuevo aire.
El método completo permite alcanzar varias metas, pero sin lugar a dudas uno de los propósitos es conseguir que donde los músculos se encuentren en situación de debilidad, puedan fortalecerse, consiguiendo además del obvio bienestar, una mayor flexibilidad corporal, sin forzar las articulaciones, evitando así posibles lesiones o desgastes innecesarios.
El método Pilates requiere una precisión y una destacada fluidez en los movimientos, que terminan aportando esas cualidades a todo el cuerpo; es claro que la precisión se desprenderá del control que cada persona se exija a sí misma para llevar a cabo los movimientos y para conseguir esto, será indispensable tener una buena concentración durante la práctica de los ejercicios para garantizar su realización perfecta.
Los ejercicios de Pilates son tan eficaces que en muy pocas sesiones la persona empieza a sentir y evidenciar los beneficios, encontrando que el cuerpo se torna más ágil, con mucha más armonía general en sus movimientos y por ende, consiguiendo una figura más estilizada.