Se hace una exposición de los beneficios de la inclusión de la especie de la cúrcuma en la dieta de un enfermo de cáncer de páncreas que puede reportarle una notable mejoría.
Una de las más recientes víctimas de cáncer de páncreas, por lo menos dentro de las personalidades famosas fue Steve Jobs, uno de los creadores de Apple y es que este tipo de cáncer, cobra cada año un gran número de víctimas en el mundo entero. A pesar de los innumerables adelantos que ha logrado la industria farmacéutica, aún no se ha podido encontrar un paliativo para esta temible enfermedad.
Partiendo de que este tipo de mal, tiene una de las tasas de mortalidad más alta, lo que hace comprender su fuerza y agresividad a la hora de extenderse y porque su ataque está concentrado en uno de los órganos considerado como de vital importancia, es factible considerar formas de ayudar a estos enfermos.
Sin embargo hay quienes aseguran que introduciendo cambios sustanciales en los hábitos alimenticios y por supuesto, en el estilo de vida es posible mantener a raya el cáncer e incluso llegar a eliminarlo. Algunos sobrevivientes de este tipo de cáncer cuando se les ha interrogado sobre el método de alimentación han coincidido en varios puntos, pero uno que llama la atención es el de haber introducido en su dieta alimenticia, la cúrcuma, como ingrediente para condimentar las comidas.
La cúrcuma es una especie ampliamente utilizada en la cocina asiática y sobre todo en la India, en donde se la utiliza para la preparación de sus famosos curryes y coincide con el hecho de que en esta región del mundo es donde se encuentra una menor incidencia de este tipo de cáncer.
El de páncreas es un tipo de cáncer de muy lento desarrollo, por lo que puede tardarse más de una década el que sea detectable y se inicie un tratamiento adecuado, con quimioterapia y radioterapia e incluso con un posterior procedimiento quirúrgico, lo que hace que solo alcance una tasa del 5% de curación, justamente por su tardío descubrimiento, lo que genera en quienes es diagnosticado una desolación inmensa.
Mientras tanto en el mundo se han recuperado terapias milenarias que se denominan complementarias y en muchas ocasiones sugieren alternativas para el tratamiento de muchas enfermedades que pueden ser tratadas con elementos naturales, sin causar daños colaterales como sucede con los remedios químicos.
Una de esas curas milenarias es la que afirma que el cáncer de páncreas puede disminuir si se incluye en la dieta alimenticia la cúrcuma, puesto que tiene un alto contenido de curcumina, que es un elemento que ha demostrado su eficacia contra las células cancerígenas.
Esta especie que además tiene un exquisito sabor, cuando se combina con otros nutrientes como el aceite de pescado, el aceite de oliva, la pimienta negra, potencia ampliamente los efectos anticancerígenos. Ayuda además a mejorar la obtención de vitamina D, cuando se complementa con el consumo de té verde como bebida, acompañada también de verduras crudas. Todo esto ayudará a retardar el avance de la enfermedad.