Explicación de la enfermedad de la anemia y algunas de las variables más frecuentes. Presenta un panorama de las posibles causas, entre las que está una mala alimentación llevada de manera crónica. También da una lista de síntomas característicos en las personas que tienen esta enfermedad.
La anemia es una enfermedad muy frecuente en la actualidad, debida a varios factores. Es una enfermedad de la sangre, que produce una modificación inadecuada en la composición sanguínea, definida por una reducción de la masa eritrocitaria, que a su vez, condiciona un bajo nivel de hemoglobina. Sin embargo la definición de esta enfermedad solo puede darse a través de una lectura de exámenes de laboratorio que conduzcan al recuento de eritrocitos y de hematocritos.
La anemia también puede ser por factores hereditarios, o por exposición de ciertas condiciones en el ambiente como una infección o por una exposición a una toxina o a una droga.
Puede presentar en una etapa suave, síntomas no muy claros e incluso, al tenerla, la persona atribuir a otras circunstancias los síntomas, por lo cual no acude a los servicios médicos para su tratamiento.
En una etapa ya importante la persona afectada con la anemia puede presentar, palpitaciones del corazón, fatiga, cansancio permanente, mareos, vértigos, pérdida de la capacidad de concentración, piel pálida, falta de ánimo y en casos agudos hasta depresión. Algunas personas presentan agudos dolores de cabeza, irritabilidad exagerada y poca disponibilidad para efectuar tareas.
En las mujeres puede presentarse anemia como producto de la menstruación y en la menopausia, por la misma causa, lo que produce una pérdida importante de sangre que termina convirtiendo a la mujer en una persona anémica. También puede producirse sangrados excesivos por traumas en accidentes, en operaciones quirúrgicas o por hemorragias internas.
El vocablo proviene del griego “sin sangre”, por la disminución anormal de los glóbulos rojos. Estos glóbulos son los que transportan el oxígeno a todo el organismo. No siempre existe una disminución, sino que hay un defecto en la formación de estos glóbulos, producida por déficit de nutrientes, hormonas o enfermedades crónicas.
La más frecuente de las anemias es la conocida como ferropénica, que se da por déficit de hierro, que es un mineral esencial en la fabricación de glóbulos rojos. También está la anemia perniciosa que se produce por un déficit de vitamina B12, fundamental para la fabricación de los glóbulos. Y también existe la anemia de células falciformes que es de carácter hereditario.
Muchos de estas deficiencias en vitaminas se producen por mala alimentación permanente y normalmente en el tratamiento, además de los medicamentos químicos propiamente dichos, se recomienda un plan alimenticio estricto, que incluye comidas con altos contenidos vitamínicos y proteicos.