siempre debemos estar atentos de lo que comemos y si quemamos la misma cantidad de calorías que consumimos, pero también debemos estar muy pendientes de este aspecto a medida que pasa el tiempo, porque nuestro mecanismo trabaja de forma diferente a medida que envejecemos
Algunas personas no le prestan mucha atención a lo que comen, e incluso parece que comen mucho, pero siguen siendo delgadas. Otros luchan con su peso a pesar de un esfuerzo consciente para elegir alimentos saludables y se abstienen de comer en exceso. Esta disparidad es causada en parte por diferencias en la tasa metabólica.
Algunas personas queman calorías más rápido que otros. Pero, finalmente, todos corren la misma suerte a medida que envejecemos, porque nuestra tasa metabólica se reduce gradualmente, por lo que es más difícil mantener un peso saludable
Cuando la gente habla acerca de tener un lento o rápido metabolismo, se refieren a su tasa metabólica basal (TMB), que es la cantidad de calorías que quema para todos los procesos esenciales del cuerpo y mantener sus órganos y tejidos en buen estado.
Tu cuerpo necesita calorías para respirar, la bomba de tu corazón, generar calor corporal, sudar, transmitir mensajes a tu cerebro y producir miles de sustancias químicas del cuerpo. Añadir la cantidad de calorías que quemas a través de la actividad de cada día, iguala el número de calorías que necesitas comer para mantener tu peso.
¿Qué sucede cuando envejecemos?
Muchas personas no tenían ninguna dificultad para mantener un peso normal durante los 20 o 30 años, pero se encuentran luchando con el peso en sus 40 y 50. Los siguientes son varios factores que contribuyen al aumento de peso relacionado con la edad:
• Cambios en los procesos básicos del organismo: en general, tu cuerpo funciona más lento a medida que envejece. Los procesos básicos del cuerpo no requieren tanta energía, lo que disminuye tu metabolismo basal.
• Menos de la actividad: el músculo requiere más energía para mantener la grasa corporal que tiene. Por lo tanto, cuanto más músculo tengas, mayor será tu metabolismo. Pero las personas tienden a ser menos activos físicamente en sus 40 y 50 que cuando estaban en sus años más jóvenes. Con menos actividad física, la masa muscular disminuye y reduce el número de calorías necesarias.
• No hay cambios en el apetito: desafortunadamente, no hay una disminución relacionada con la edad en el apetito para acompañar las necesidades de calorías reducidas. Si comes la misma cantidad como lo hacías antes, en metabolismo va más lento y por ende aumentas de peso.
• Los cambios hormonales: con la edad, los hombres experimentan una disminución gradual de la hormona testosterona. Menos testosterona en los hombres se ha demostrado que reduce los músculos, haciendo que el metabolismo declive. Las mujeres posmenopáusicas pueden tener un efecto similar de falta de estrógenos. Los estudios en animales han demostrado que la falta de estrógenos provoca el aumento de peso excesivo, aunque los mecanismos exactos todavía no se entienden.
• Alteración de los hábitos: hay una cierta libertad que viene con el envejecimiento. Para muchos, los niños están fuera de la casa y ya no son una carga financiera. Es posible que hayas pasado muchos años cocinando la cena cada noche para ru familia, pero ahora están descubriendo que tienen más libertad y dinero para comer. Mientras no dejes de disfrutar de esa etapa de tu vida, salir a comer fuera con frecuencia puede resultar en la ingesta excesiva de calorías, si no tienes cuidado.
¿Qué puede hacer?
Los siguientes son algunos consejos para combatir el sobrepeso:
• La actividad es la respuesta: la actividad física regular es la forma más eficaz para frenar la caída natural de tu metabolismo. No importa cuál sea tu edad, nunca es demasiado tarde para empezar a moverse. Además de quemar calorías, el ejercicio reduce la pérdida de músculo y mantiene los músculos fuertes. Dependiendo de la duración e intensidad del ejercicio, puedes aumentar tu metabolismo por varias horas después, por ello es que es importante el objetivo de al menos 30 minutos de actividad física moderada todos los días. Además, trata dehacer entrenamiento de fuerza, ya que estimula el desarrollo de los músculos, lo que elevará tu metabolismo. Asegúrate de consultar con tu médico antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios.
• No ignores la dieta: tendrás que ajustar tu consumo de calorías para asegurarte de que no estás comiendo más de lo que se está quemando. Elije alimentos que sean bajos en grasa y altos en fibra, como frutas y verduras, ya que están llenando sin aportar muchas calorías.
• Come comidas pequeñas y frecuentes: coma una combinación de proteínas, carbohidratos complejos y grasas en cada una de cinco a seis comidas pequeñas al día. Esto proporciona un suministro continuo de nutrientes para el cuerpo y acelera el metabolismo basal. Además, minimiza la ansiedad y el riesgo de excesos que se derivan de no comer lo suficiente.
• No excedas la restricción calórica: trabaja con tu médico o dietista para averiguar cuántas calorías necesitas para alcanzar tus metas y no tratar de comer menos. Como regla general, no debes comer menos de 1200 calorías por día. Cortar demasiado las calorías sólo causará una mayor reducción en la tasa metabólica.
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Cuando se trata de mantener un peso saludable, muchos buscan soluciones rápidas, pero la respuesta siempre está en la dieta y el ejercicio. Comienza ya la evaluación de tu actual ejercicio y los hábitos alimenticios, tendrás mejoras necesarias; incluso si no has notado signos de una desaceleración del metabolismo, tales como dificultad para mantener tu peso normal, debes prepararte para lo que está por venir.