Se hace una exposición sobre dos de las 38 esencias florales de Bach, el Mimulus o Mímulo y el Rock Rose o Heliantemo con sus efectos positivos para quienes los tomen.
Las esencias florales de Bach están compuestas por 38 flores, aun cuando una de ellas no es una flor sino es el agua de un manantial y representan muchos beneficios para el tratamiento no de enfermedades sino de características y situaciones emocionales que a veces nos hacen sentir encerrados y que se manifiestan a través de dolencias y enfermedades, en el proceso de somatización de las dificultades. En esta ocasión le hablaremos únicamente de dos de ellas.
Rock Rose o Heliantemo en español, es una esencia que se relaciona con las cualidades del ánimo y la trascendencia. Se le considera un remedio de emergencia para situaciones en las que la persona se siente que ya no hay esperanza alguna, cuando el miedo es tan grande que nubla la capacidad mental de análisis objetivo y por lo tanto la persona se encuentra tan aterrorizada que preocupa a sus allegados. Resumiendo se diría que es ideal para las situaciones de terror, pánico y miedo extremo.
Si la persona está inconsciente se puede humedecer los labios con esta esencia. Es muy favorable para el tratamiento de las pesadillas infantiles.
Las personas que sienten miedos, son propensas a padecer de palpitaciones, trastornos del sueño, mareos, escalofríos o diarreas y por lo general tienen reacciones desproporcionadas ante estímulos insignificantes. Aun cuando es un remedio para casos extremos se le puede suministrar de manera permanente en personas que presentan crisis de pánico, como pueden tener los adictos en proceso de recuperación.
En ocasiones estos individuos pueden presentar cierta confusión mental ante una situación de shock, llegando incluso a perder el control, como si se sintieran desbordados por lo que están viviendo.
El Mimulus o Mímulo en español, se aconseja para los casos de un miedo de origen conocido e identificado plenamente por el paciente, como puede ser el caso de los tímidos. Por lo general los miedos son al mundo, a la enfermedad, a la muerte, al dolor, la pobreza, la soledad, los accidentes o a cualquier situación relacionada con la vida cotidiana. Por lo general soportan el miedo en silencio sin sentirse capaces de expresarlo con libertad.
Estas personas pueden presentar tartamudeo o ruborizarse con facilidad o aquellas que hablan mucho sin poder detenerse o las que sudan copiosamente ante las situaciones que les provocan tensión emocional. Por lo general les da miedo estar solas, pero en compañía se convierten en seres tímidos y muy nerviosos.
Son muy sensibles al frío, al ruido, a la agresividad y sobre todo a la contradicción, porque se ponen muy nerviosas cuando encuentran oposición a sus actos.