Se hace un recuento de los problemas de la alimentación en el mundo moderno y los cuidados que requiere llevar un enfermo cardiovascular en sus planes alimenticios.
Las enfermedades de carácter cardíaco son en la actualidad, mucho más comunes de lo que eran hace 50 años; la generalización de estas afecciones se debe a una serie de factores relacionados con el estilo de vida que se ha popularizado, a pesar de que no es el más conveniente desde el punto de vista de la salud, pero que ha pasado de una cultura a otra, invadiendo las costumbres de los habitantes de cualquier lugar de la tierra.
Con estas costumbres, un poco medio impuestas, también apareció la comida rápida con sus cadenas repartidas hasta en los rincones más recónditos de la tierra e imitados en todas partes con la idiosincrasia local, pero igual inundaron el mercado, de tal manera, que terminaron convertidos no solo en comidas, sino en estilos de vida a los que todos aspiran llegar.
La alimentación fue una de las áreas más afectadas y repercutió negativamente en el incremento de muchas enfermedades, entre ellas, las del corazón. Pero más allá del problema, existen una serie de alimentos que combinados en una dieta apropiadamente pueden ayudar a estos enfermos.
Para tener una dieta alimenticia equilibrada y balanceada que favorezca la circulación y evite el deterioro del sistema cardiovascular, debe incluir el consumo de fibra, ya que ofrece resultados benéficos para ayudar y prevenir enfermedades relacionadas con el corazón.
Pero claro está que la fibra no solo va a contribuir positivamente a este tipo de pacientes, sino que facilita la eliminación del colesterol mediante un proceso con la secreción biliar que no viene al caso de esta nota explicar con detalle.
La fibra soluble se encuentra en las legumbres, hortalizas, frutas y algas y es uno de los factores de mayor importancia en el proceso de impedir que el colesterol sea absorbido por el cuerpo, por su contenido de fitosteroles, lo mismo que incrementa la excreción biliar por su contenido de una de los azúcares, que es la inulina.
Por su parte, la fibra insoluble se halla en los cereales, verduras y algunas frutas; en este grupo se destaca el efecto de la avena y el centeno integral, pero se podría decir que en general, todos los alimentos que sean bajos en grasas y que tengan un buen nivel de potasio y sodio son adecuados para estos enfermos.
También se recomiendan los alimentos que sean antioxidantes y los que contengan vitaminas del grupo B, como son el brócoli, los guisantes, los garbanzos, la chirimoya y la guayaba, solo por nombrar algunos de ellos.