Se trata de un artículo publicado en la prensa local en Suecia, pero que divulgó la prensa rusa y que se relacionaba con la preocupación de famosos dietistas suecos por el aumento del problema de la obesidad en la población infantil por el alto consumo de dulces y bebidas azucaradas.
La noticia fue difundida por Novosti en abril de 2010, según la cual en Estocolmo, cinco famosos dietistas suecos habían publicado un artículo en el que proponían introducir un impuesto al consumo de dulces y bebidas gaseosas para combatir la obesidad en el país.
«Cada año un sueco bebe en promedio 90 litros de bebidas azucaradas y consume unos 17 kilos de dulces, dos veces más que cualquier ciudadano de la Unión Europea,» cita el artículo. Mediante su iniciativa, los científicos aspiran a que la sociedad sueca sea consciente del enorme consumo de dulces en el país y se detengan a pensar en el futuro de sus propios hijos, que en definitiva van a resultar mucho más perjudicados teniendo en cuenta los avances de la industria de estos productos.
Con el fin de incentivar cada día más el consumo de golosinas y productos con altos contenidos de azúcar y lograr ampliar los mercados, que es el propósito definitivo de cualquier empresa que se dedique a esta rama de la producción, las industrias cada día gastan más recursos en investigación para extraer edulcorantes naturales o sintéticos para evitar la presión mundial alrededor de ellos.
Los autores explican que entre 30 y 50 mil niños suecos pesan más de lo normal, lo que con tiempo puede derivar en enfermedades graves, incluida la muerte prematura por diabetes, cáncer o infarto, pero sobre todo hacen énfasis en el deterioro de las condiciones y la calidad de la salud en la población infantil, como producto del consumo masivo de estos elementos.
Se estima que uno de cada dos hombres, de cada tres mujeres y de cada cinco niños en Suecia sufre sobrepeso, lo cual como cifra es alarmante, pero como dato referente a los seres humanos es muy preocupante.
Haciendo referencia a la estadística sobre obesidad infantil, los expertos señalan que en la actualidad, el número de niños suecos obesos dobla el número que había en 1990. Los expertos argumentan que el enorme consumo de alimentos con alto contenido de azúcar es el responsable del aumento de la obesidad en el país y actualmente la gordura es el mayor desafío que afrontan las autoridades encargadas de cuidar y preservar la salud pública.
Los autores del artículo recuerdan que el «impuesto sobre el azúcar» tiene precedentes exitosos en otros países como Dinamarca, Islandia y Noruega, en donde han arrojado resultados exitosos hasta el momento. Una de las cosas que llamó la atención fue que el tema fuera abordado, justamente y de manera muy oportuna, la víspera de las vacaciones de Pascua que arrancaban en el momento de la publicación enseguida y cuya celebración tradicional incluye gran cantidad de dulces y bebidas azucaradas.