La lactosa puede hacer la vida difícil para las personas intolerantes. Aprenda cómo evitarlo con la leche de almendras!
La intolerancia a la lactosa es un problema común. La causa es una deficiencia de lactasa, la enzima que digiere la lactosa, separando la glucosa y galactosa que la forman.
El problema asociado con esta situación es la acumulación de lactosa en el intestino. Allí se fermenta, molestos síntomas molestos como dolor abdominal, distensión abdominal y flatulencia, diarrea e incluso a veces, náuseas y vómitos.
La única solución para evitar estos problemas es evitar la ingesta de productos que contengan lactosa, el primero de todos, la leche de vaca.
Afortunadamente hoy en día, el mercado ofrece varias alternativas a esta bebida. Una de ellas es la leche de almendras. La leche de almendras no contiene lactosa, pero es rica en otros nutrientes. Entre los más interesantes se incluyen minerales, especialmente fósforo, potasio y zinc.
Además, la leche de almendras está desprovista de colesterol y contiene la mitad de grasas en comparación con la vacuna. Por otra parte, a pesar de ser más rica en azúcar que la leche de vaca, contiene menos calorías.
Atención, sin embargo: es mejor comprar productos que no contengan una gran cantidad de azúcar añadida. Podría repercutir desagradablemente sobre la línea.
Es mejor elegir leches de almendras con añadido de vitaminas (hay con adición de vitaminas A, D y B12) o con calcio, valioso para la salud ósea.
Hay que recordar, finalmente, que la leche de almendras contiene menos proteínas que la vacuna, por lo que, para completar los requerimientos de estos nutrientes esenciales, habrá que incorporar otros alimentos.
La leche de almendras se puede preparar también en casa: remojar las almendras en agua, triturarlas y escurrirlas. El líquido que se obtiene es una gran bebida!