La vigorexia no es propiamente una enfermedad de carácter alimenticio, sino de carácter psicológico y comparte esta patología como la bulimia y la anorexia; pero termina convertida en una enfermedad alimentaria, por las dietas excesivas en proteínas que llevan para aumentar la masa muscular. 
Si bien la vigorexia no está considerada como una enfermedad o trastorno relacionado directamente con la alimentación, si comparte con la bulimia y la anorexia, las patologías de la preocupación obsesiva por la figura corporal y la distorsión de la visión del esquema corporal.
Una persona afectada de vigorexia, presenta una serie de signos claros de alteración en la percepción de la figura y como parte de las estrategias o conductas que sigue para poder alcanzar el ideal de masa corporal que persigue, está el seguimiento de unas dietas estrictas que le proporcionan suficiente masa muscular.
Entonces, así no sea un trastorno directamente alimenticio, termina el enfermo obsesionado por la alimentación, las dietas bajas en grasas y el consumo exagerado de proteínas, con el fin de aumentar la masa muscular.
Los signos más frecuentes son:
- Mirarse constantemente en el espejo y aun así, sentirse flacos y desmejorados
- Invertir todas las horas posibles en hacer deportes o rutinas de ejercicios para aumentar la musculatura
- Hacer uso de la pesa varias veces al día y hacer comparaciones con otras personas que hacen fisicoculturismo
- La enfermedad deriva en un cuadro obsesivo compulsivo, que hace que el vigoréxico se sienta fracasado, abandone sus actividades y se encierre en un gimnasio día y noche
- También siguen dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas con el propósito de aumentar la masa muscular, por lo que corren mayor riesgo de abusar de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides
Aun cuando hay factores médicos y físicos que pueden desencadenar esta enfermedad, las razones principales que obran como impulso para la aparición de la misma, son de tipo cultural, social y educativo que forman parte del entorno del individuo.
La alimentación es un problema muy frecuente y de mucha importancia, ya que los vigoréxicos acostumbran llevar un plan alimenticio que implica el consumo de comidas con la mayor cantidad posible de proteínas y de hidratos de carbono y con la mínima cantidad de grasa, en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular, ocasionándoles muchos trastornos metabólicos.
El desequilibrio en la dieta alimenticio es de por sí dañina y cuando se lleva a los extremos que acostumbran los que padecen la vigorexia, se torna en grave, ya que se afectan todos los órganos internos. El cuerpo humano no solo vive y necesita de las proteínas, requiere de toda la gama de elementos, como minerales y grasas para tener un funcionamiento adecuado.
