Los malos hábitos alimenticios pueden causar grandes daños en nuestra salud y nuestro bienestar. Por ello, debemos aprender a comer sanamente y aquí encontrarás buenas razones que te ayudarán a ganar esta batalla de la mala alimentación.
Si eres como la mayoría de las personas, es probable que cedas a la tentación de los helados, papas fritas, galletas y comida rápida con más frecuencia de lo que quisieras.
Después de ceder a las tentaciones, te sientes culpable, y comes sano por unos pocos días, tal vez alguna semana.
Hay que ganar esa batalla, por ello debemos tener en cuenta algunos aspectos que ayudarán a comer sano:
La causa raíz
La causa de la falta de disciplina en lo que respecta a los alimentos generalmente es que se asocia la comida con los estados emocionales.
¿Te sientes feliz? Entonces es hora de una comida deliciosa. ¿Te sientes triste? Es hora de una comida incluso aún más deliciosa.
Ya sea el momento de celebrar o el tiempo de llorar, encontramos una razón para comer. Si quieres tomar el control completo sobre tus hábitos alimenticios, es necesario crear una distancia entre la dieta y las emociones.
Una vez hecho esto, comer bien ya no se planteará como un enorme desafío para ti.
Hay que tomar tres decisiones claves para saber si deseas establecer esta separación emocional:
1. Decídete a ser normal, no el promedio: la media es comer mucha comida chatarra, tener sobrepeso y estar en riesgo de padecer diabetes y enfermedades del corazón. Pero, ¿es esto normal? ¡No!
Es normal que comas bien, para estar delgado y no tener problemas de salud crónicos. Todos nosotros queremos ser normales. Sólo tenemos que elevar nuestros estándares de lo que consideramos normal. No dejes que la gente que te rodea te diga lo que es normal.
«Promedio» es relativo. «Normal», no lo es. No hay que confundir, ese es el primer paso para superar tus hábitos alimenticios poco saludables.
2. Decide que tu dieta sea una pequeña representación de tu vida: siempre que pones comida en la boca estás cada vez más fuerte y más saludable, o más débil y flácido. No hay término medio.
Come brócoli y pechuga de pollo y estarás cada vez más fuerte. Come pizza y Doritos y estarás está cada vez más débil.
Cuando asistes a un seminario educativo estás aprendiendo y creciendo. Pero cuando se pasa una tarde entera leyendo una revista de mala calidad, estás retrocediendo.
Una vez que se empiezan a ver los alimentos que comes como una mini-representación de la vida, los hábitos alimenticios adquieren un nuevo sentido y significado. La comida no es sólo un alimento más. Es una herramienta que puedes utilizar para crecer como persona.
Cuando comes sano, estás eligiendo ser más disciplinado y enfocado. Has tomado la decisión de convertirte en una persona de mayor carácter. Comienza a pensar en la comida de esta manera y será mucho más fácil comer bien.
3. Decide que deseas la salud más de lo que quieres el placer: si deseas cambiar tu comportamiento, todo se reduce a lo que deseas. ¿Qué deseas más: beneficios de salud a largo plazo que se obtienen de comer bien, o el placer temporal de comer comida chatarra?
Es más efectivo centrarse en aumentar tu deseo de salud, en lugar de disminuir tu deseo de placer.