Se explica los alimentos que contienen los principales elementos que favorecen y enriquecen la salud del pelo.
Cualquier peluquero se lo podría decir y es que, en definitiva si usted no tiene equilibrados sus niveles de vitaminas, minerales y proteínas en su organismo, es posible que su pelo resienta ese mismo desequilibrio, que se manifestará en una evidente fragilidad, caída y falta de brillo y cuerpo de su cabello.
En la actualidad por ejemplo, existen millones de personas en el mundo que padecen anemia del tipo ferropénica, que es muy común, pero probablemente si se les pregunta sobre las consecuencias de salud, todas responderán con bastante precisión sobre los inconvenientes principales que les ocasiona, pero con seguridad pocas mencionarán al pelo, como una de las partes de nuestro cuerpo que se ve afectada por el déficit de hierro.
Pero el cabello no solamente necesita de hierro, también le son indispensables para mantenerlo en buen estado de salud, el magnesio, el silicio, el selenio, el zinc y el cobre para nombrar solo los minerales. Pero adicionalmente requiere de proteínas que sean de alto valor biológico, como pueden ser las que se encuentran en los huevos, la leche, el queso y el pescado.
Las grasas de origen vegetal que generalmente se hallan en los frutos secos y el aceite de oliva, por nombrar solo los dos más conocidos, evitan la resequedad en el pelo que es la causa principal de llegar a tenerlo quebradizo.
De todas maneras se puede afirmar que las deficiencias en los nutrientes que pueda tener la dieta alimenticia que se esté llevando a cabo, perjudican notoriamente la estructura del pelo, ocasionando que el proceso de regeneración natural se haga muy lento.
En cuanto a las vitaminas es muy importante consumir alimentos que contengan importantes niveles de vitamina A, B, C, biotina y agua.
Pero además de estas deficiencias alimenticias que pueden dañar el pelo, hay causas de origen emocional y ambiental que lo deterioran, produciendo su debilitamiento y su caída. Entre estos factores, cabe resaltar los factores ambientales como la contaminación, que producen en muchas personas problemas de tipo dermatológico que por supuesto, afectan al pelo y los factores de orden emocional, que a pesar de existir rara vez se contemplan dentro de las posibilidades del deterioro del pelo cuando se están buscando las causas del mismo.
El nerviosismo, el estrés la angustia, la aceleración del ritmo de vida, así como la alteración en los tiempos de descanso y las horas de sueño, son factores que atentan fuertemente en la salud del pelo.