El azúcar en grandes cantidades esta prohibido para las futuras madres pero ya depende de cada una de ellas si lo consume, pues lo recomendable es que no lo hagan, por mas antojos que tengan. Muchas veces se cree que por estar en estado de embarazo y justificarse en los antojos, las mujeres pueden comer cualquier tipo de cosa y no les hará daño porque finalmente debe aportar todo tipo de nutrientes pero hay alimentos que en vez de producir beneficios, lo que generaran es malestares y posibles enfermedades al bebe que viene en camino. Los antojos no son fáciles de controlar y mucho menos si tienen que ver con azúcar y dulce pero debe haber ciertos cuidados con la forma de consumo sobre todo de os dulces y los chocolates.
Lo que es importante es que aunque está permitido no son lo más recomendable y ya va en la decisión de la madre si consumen esto o no o los reemplaza por una barra de cereal o una fruta. De acuerdo a las recomendaciones medicas, lo recomendable para el consumo de azúcar diario es un 10% lo que equivale a unos 50 a 60 gramos en la dieta de una mujer embarazada y hay ciertas guías que pueden servir par escoger lo que se debe y no se debe comer o más bien, cuanto se debe comer. Por ejemplo, para las amantes de las gaseosas negras, medio litro de estas tiene 65 gramos de azúcar, una bolsa de azúcar para endulzar tiene 4 gramos y una barra de chocolate con caramelo tiene unos 29 gramos.
También debe saberse que el azúcar se consume sin darse cuenta, pues en muchas de las preparaciones y alimentos, hay presencia de esta sustancia y no se reduce solo a dulces, golosinas, postres y gaseosas o helados, ya que los jugos y hasta el pescado como el sushi también lo tienen. El problema es que las chocolatinas y dulces hacen una especie de aporte calórico vacio, es decir, aportan gran cantidad de calorías que ayudan a subir de peso, pero en realidad no aportan nutrientes y menos algo importante para el desarrollo del bebé. Por eso es que recomiendan las frutas que además de nutrir, refrescan y tienen azúcar pero más natural. En muchos casos sin que la madre sea poseedora de diabetes, por sus hábitos alimenticios la puede desarrollar durante su embarazo y la contagie al bebé.
Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad, está prohibido cualquier tipo de dulce pues de lo contrario se aumentara la concentración de azúcar en la sangre y al momento del parto, la situación puede complicarse. Generalmente los bebes desarrollas la diabetes tipo 2 y requieren terapia infantil desde su nacimiento y puede ser complejo para el pequeño ya que desde la semana 21 reconoce ciertos alimentos que la madre consume y por medio del liquido amniótico, empieza a desarrollar ciertos gustos, que en este caso, podría ser por los dulces.