Un alimento indispensable, tiene un sabor agradable y aporta muchos nutrientes necesarios. Además, se pueden ingerir de diferentes maneras y en diferentes presentaciones, lo que hace más fácil la tarea de introducirlos en la dieta diaria. Las virtudes del queso
Los hay de diferentes maneras, sabores y formas de para comerlos. Las distintas clases de queso, son consecuencia del tipo y tiempo de fermentación utilizado y los sabores agregados a cada uno de ellos.
Los quesos son derivados de la leche por lo tanto:
• Contienen mucho calcio, proteínas y fósforo, nutrientes que son necesarios para el buen desarrollo de los huesos y el fortalecimiento de los músculos. También contribuyen a prevenir caries, ya que disminuyen los ácidos de la saliva que las producen, y son importante para una mejor formación del esmalte dental.
• Contienen vitaminas A, D, B12 y B2. Estas vitaminas ayudan a proteger el organismo de infecciones, mejoran la piel, la cicatrización, el funcionamiento del sistema nervioso y el cardiovascular. Algunos contienen demasiada cantidad de grasas saturadas, que no son buenas para los problemas cardiovasculares, por eso, las personas que padecen de ello, deben estar informadas sobre cuál tipo de queso pueden comer y cuál no.
• Contienen proteínas de alta calidad biológica, que mantienen en buen estado los tejidos, y son parte fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso central y del cerebro.
• Son ricos en grasas, menos los descremados.
• Otorgan minerales, sodio, potasio, magnesio, hierro y zinc.
Diferentes tipos de queso y como agregarlos a las comidas
• Quesos frescos: Son ideales para ponerlos en ensaladas y para hacer salsas frías y livianas. Ejemplos: Queso crema, Burgos y Mascarpone.
• Quesos fundidos: Estos tipos de quesos suelen tener un agregado de sales, hierbas aromáticas, anchoas, salmón o nueces. Ideales para hacer sándwiches o para untar sobre lo que se desee.
• Quesos rayados: Ideales para agregar a las pastas. Ejemplos: Parmesano o gouda rayados.
• Quesos blandos: Una muy buena opción para usarlos en pizzas, arroces y fondues. Ejemplos: Camembert y Mozzarella (semiblando).
• Quesos duros: Son los que tienen más proteínas y calcio. Pero, este tipo de queso no es recomendado para bebés y niños pequeños, ya que en un sistema digestivo todavía no desarrollado completamente puede causar malestares. Son perfectos para rallar, hacer salsas, o gratinar carnes. Ejemplos: Gouda, Parmesano.
• Quesos azules: Ideales para picadas y entradas. No se recomienda mezclar con otros quesos, ya que invade el gusto de los demás por su intenso aroma y sabor. Ejemplos: Roquefort y Cabrales.
• Quesos de cabra y oveja: El primero es muy fuerte y el otro más suave.O pción para incorporar en platos fríos y picadas.
Importante: Si existe algún tipo de enfermedad preexistente, intolerancia o alergias se debe consultar al médico qué tipo de queso se puede comer y cuál es perjudicial para cada caso en particular.