Las mostaza aunque no lo creas, te ayuda a prevenir enfermedades, entre ellas el cáncer. Si quieres conocer más sobre lo que la mostaza puede hacer, entonces no dejes de leer este artículo.
La mostaza pertenece a la familia Brassica, que incluye alimentos tan importantes como el brócoli, coles de bruselas y el repollo.
Además de ser valorada internacionalmente como una especie, la mostaza se ha usado tradicionalmente para aliviar dolencias, como dolores de cabeza, resfriados gripe y artritis.
Las Brassicas, constituyen uno de los grupos de alimentos más importantes en la prevención de cáncer, tanto en términos de su diversidad como eficacia. No sólo ayudan a proteger contra una variedad de cánceres, incluyendo cáncer de páncreas, próstata, estómago, mama y colon; sino que tan sólo dos o tres porciones por mes pueden ser suficientes para que sus propiedades anti-cancerígenas surtan efecto.
Estas propiedades se han atribuido principalmente a varios compuestos, los más importantes de los cuales son indol-3-carbinol y el grupo isotiocianato y sulforafano.
Estos fitonutrientes protegen contra el cáncer a través de una variedad de mecanismo,s incluyendo la inhibición de las enzimas que promueven el cáncer, la inducción de muerte celular programada del cáncer y la protección del ADN y las células blancas de la sangre, contra el daño de los radicales libres.
Ellos también aceleran la excreción del cáncer con un potente compuesto, el PhIP, que se produce principalmente en la carne. Por lo tanto, si no puedes reducir el consumo de carne, por lo menos ahora sabes que puedes protegerte contra esta toxina, agregando mostaza a tus platos de carne.
La mostaza también tiene fuertes propiedades antioxidantes que se exhiben tanto de forma directa por eliminación de los radicales libres, como indirectamente al aumentar los niveles de antioxidantes propios del organismo.
Una investigación muy reciente ha demostrado que el sulforafano también aumenta la producción de enzimas antioxidantes en las vías respiratorias. Esto ayuda al cuerpo a luchar contra los inductores de la inflamación, los radicales libres que se encuentran en los contaminantes del aire como gases de escape y humo de tabaco.
Las enzimas antioxidantes en el tracto respiratorio, protegen contra las enfermedades tales como fiebre del heno, sinusitis, asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los baños de mostaza se han utilizado tradicionalmente para tratar los resfriados, la gripe y dolores musculares. Lo que ahora sabemos es que, cuando se consume con regularidad, la mostaza y otras crucíferas pueden ayudar a prevenir y modificar los problemas respiratorios y otras enfermedades graves como el cáncer.