Mantener la estética del cuerpo es un constante dolor de cabeza, sobre todo para las mujeres que se ven observadas bajo lupa social a lo largo de la vida. Si bien existen las afortunadas con dones genéticos, también están aquellas que por más esfuerzo no logran satisfacer las exigencias tanto de ajenos como de ellas mismas. Cuando se tiene un problema, como el de obesidad, la primer meta es perder todo aquel sobre peso que se tenga, sin embargo el trabajo no termina aquí, ya que posteriormente se debe continuar con una rutina de ejercicios tanto para mantener el resultado como para tornear el cuerpo, ya que tras este cambio aún falta reafirmar las zonas que alguna vez estuvieron rellenas.
Lo mismo pasa con el embarazo, al menos que los genes sean benévolos o se haya contado con una subida de peso mínima en esta etapa, la mayoría de las madres poseen un nuevo cuerpo que en ocasiones no sólo con dieta regresa a su forma de antes.
En primer lugar ante estos cambios se debe adoptar una nueva perspectiva de las cosas, bajar de peso por salud y estética es un logro que no cualquiera disfruta, requiere de mucha disciplina y una verdadera consciencia por lo que es mejor a la persona. Como consejo, lo mejor es trabajar sobre el cuerpo que ya se tiene dejando las críticas aparte, llevando a cabo lo que para cada mujer, según su entorno, circunstancias y propias características, se pueda lograr.
Los consejos más escuchados sobre el tema son dieta y ejercicio, sin embargo no se puede generalizar, por ejemplo una mujer que se encuentra lactando no debe someterse a dietas estrictas, no obstante adoptar una alimentación saludable siempre será bienvenido tanto para ella como para su bebé.
Hablando del ejercicio, cabe destacar que hay ciertas circunstancias que limitan a algunas mujeres tras un embarazo por ejemplo una cesárea, haber tenido un embarazo de riesgo, desarrollar hernia umbilical, etc., para estos casos lo mejor será mantener o conseguir un cuerpo más sano y estético a través de la alimentación correcta, evitando grasas, panes, gaseosas, etc., haciendo ejercicio moderado como caminatas, bailes ligeros, natación, o bien recurriendo a masajes, sesiones de ultrasonidos, láser, etc.
Para las grandes pérdidas de peso, el ejercicio convencional no funciona como única fuente, por ejemplo con obesidad mórbida, después de un cambio de este tipo, la cantidad de piel sobrante únicamente se elimina con cirugía si así se desea. Pero cuando se trata de pérdidas menores, sesiones de masajes y ejercicios específicos podrían bastar.
Ante estos casos analizados y más exigencias a las que podría verse sometida una mujer, cualquier cambio que se desee para el cuerpo debe ser contemplado en su totalidad antes de efectuarlo, la idea es buscar la salud óptima y una buena imagen siempre y cuando esto no se convierta en algo desfavorable.