Se explica en qué consiste el asma y la manera como la dieta mediterránea contribuye a eliminarla o por lo menos a disminuirla, teniendo en cuenta la manera como se ha popularizado entre la población infantil.
El asma es una enfermedad que ataca a niños y a adultos por igual y que es de vieja data, como se podría decir. Más que mostrar una explicación en términos médicos, se puede decir que es una enfermedad que compromete el sistema respiratorio y que está relacionada con una inadecuada respuesta de los bronquios en la acción propia de la respiración.
Esta dificultad de los bronquios en el momento de la respiración casi siempre está asociada a una serie de factores externos que finalmente juegan el papel de disparadores de la reacción, como puede ser una prolongada exposición al frío, a un ambiente muy húmedo o con polvo, no muy aseado, a un exceso de ejercicio o a ciertas condiciones emocionales particulares en cada paciente. Mientras tanto, en los niños uno de los factores más comunes para generar crisis asmáticas, son los resfriados corrientes que los aquejan de vez en cuando.
Si se hiciera una descripción, se diría que la dificultad de los bronquios produce una especie de estrechamiento de las vías respiratorias y por lo tanto impide que el aire circule con facilidad, pero esta condición de dificultad no tiene carácter permanente, sino que es en gran parte reversible, a diferencia de la bronquitis crónica. Cuando los síntomas del asma aumentan, se produce efectivamente lo que se llama médicamente una crisis de asma.
Casi siempre estas crisis duran poco tiempo, aunque puede ser que algunas personas presenten ataques de asma a diario y que mantengan estos ataques, por varias semanas como comportamiento, pero no es lo más habitual. En una crisis severa, que requiera una rápida intervención en un servicio de urgencias médicas, las vías respiratorias pueden cerrarse de tal manera, que los órganos vitales no reciban oxígeno necesario para su funcionamiento, en cuyo caso la crisis asmática podría provocar la muerte.
El asma provoca síntomas tales como respiración silbante, falta de aire, opresión en el pecho y tos seca, primordialmente en la noche o temprano en la mañana, que son las horas en que la temperatura del ambiente es más baja. También puede ser que pasen largos períodos de tiempo en que los pacientes no tengan ningún ataque y hubieran superado la dolencia.
Una de las ayudas sencillas para ayudar es la dieta mediterránea que puede mejorar el asma en los niños, ya que como se trata de una alimentación rica en verduras, frutas frescas, cereales y aceite de oliva, que proporcionan dosis elevadas de beta-caroteno, antioxidantes, vitaminas C y E, selenio, flavonoides y polifenoles, disminuye favorablemente la presentación de los síntomas de asma en los niños.