El gusto por la comida nadie lo puede negar, pero no hay que correr el riesgo de caer en la obsesión por los alimentos y que sin darse cuenta, se padezca de sobrepeso y enfermedades crónicas por abusar de la comida. Aunque está contemplado dentro de los siete pecados capitales, significa un riesgo inminente para la salud y se refiere al deseo obsesivo por estar comiendo y bebiendo y se considera malo porque no hay un dominio sobre sus propios deseos gastronómicos y se deja llevar por el deseo y el gusto por la comida. Si se mira por el lado de la religión se afirmaba que si una persona no podía controlar su estomago, era darle una condena a su alma y poco a poco minimizaba sus virtudes, pero si se toma por un lado más medico y científico, representa un gran peligro el estar comiendo una y otra vez sin importar la llenura.
Es obvio que comer se hace por necesidad, por satisfacer el estomago y quitar el hambre, por nutrición, salud y por bienestar mental y física; pero hay otros que comen por placer y es tanto lo que llegan a sentir, que se convierte en un vicio. El comer representa producir hormonas que se liberan y llevan información al cerebro para que tenga la sensación de saciedad y sepa hasta que punto debe comer, incluso, si se siente una cantidad excesiva de grasa, se aumenta la producción de la leptina, hormona encargada de enviar estos datos, y que poco a poco el estomago se sienta lleno.
Claro que todo también tiene que ver con la influencia del medio, de la publicidad, de lo que se ofrece día a día, de las costumbres y por eso es fácil dejarse tentar por una golosina o por la comida chatarra. Según las investigaciones, los seres humanos tienen cierta preferencia por los alimentos ricos en grasa, porque con el paso de los años se han vuelto alimentos necesarios para poder sobrevivir. También se demostró que los niños prefieren las bebidas dulces y es por eso que se obsesionan con las gaseosas, las malteadas, jugos artificiales y demás, porque les es más agradable al sentido del gusto.
La mayoría de personas que caen en la obesidad es a causa de la gula, porque solo se dedican a comer cada cinco minutos y no realizan ningún tipo de actividad física, entonces además de subir de peso de manera escandalosa, empiezan a padecer de diabetes, de hipertensión, sufren de colesterol, de triglicéridos excesivamente altos, genera, peligros para su corazón y también para su cerebro. Para poder evitarla, hay que saber que la saciedad del estomago no se da inmediatamente pues se demora cerca de 20 a 30 minutos mientras el cerebro procesa las sensaciones. Por eso es que los nutricionistas recomiendan porciones adecuadas, que sean más bien pocas y que se puedan repetir de 5 a 6 veces en el día. Finalmente no hay que confundir los antojos con algún tipo de necesidad, simplemente es un gusto que se crea pero no que sea vital para la nutrición.