Esta leguminosa es fuente natural de proteínas y grasas insaturadas. Contiene fitoesteroles, vitamina E y varios minerales Se emplea para bajar de peso, prevenir diversas enfermedades cardiacas, incluso para el tratamiento de la diabetes. El maní o Arachis hypogaea pertenece a la familia de las leguminosas, y ha sido cultivado para el aprovechamiento de sus semillas desde hace muchos años. Los Incas extendieron su cultivo a otras regiones de Sudamérica y los colonizadores lo hicieron en Europa y el continente africano.
Si bien es conocido como una «chuchería» o «snack», contiene muchos nutrientes que son importantes para el organismo y para la prevención de diversas enfermedades. Es un alimento muy versátil, para consumir crudo, asado o frito y es uno de los ingredientes más usados en varias recetas dulces.
Dentro de su composición se encuentran proteínas de origen vegetal, ácidos grasos polinsaturados y monoinsaturados, ácidos omega 3 y 6, fibra, vitaminas (B y E), además de minerales (calcio, hierro, cobre, potasio, manganeso, selenio, zinc).
Gracias a sus propiedades, el maní brinda una saciedad prolongada (por la combinación de proteínas y fibra) lo cual ayuda a perder peso; el 80% de las grasas es insaturada (ácidos oleico y linóleo, que reduces el nivel de colesterol LDL y de triglicéridos en sangre), además contiene beta sitosterol y resveratrol (cuidan el corazón) y arginina (un aminoácido que relaja las paredes de las arterias y limita la acumulación de plaquetas obstructivas). Por ende, se recomienda su consumo para evitar ciertas complicaciones cardiacas y arteriales (trombosis, ataque cardiaco).
Alimento preventivo
Existen alimentos que poseen propiedades para reducir el colesterol LDL (malo). Dentro de aquellos que pueden incorporarse a una dieta para tratar la hipercolesterolemia, se puede mencionar el maní, dado que esta leguminosa brinda beneficios saludables para mejorar la calidad de vida y mantener sano el sistema cardiovascular. Los motivos por los cuales se lo considera un alimento apto para tratar esta afección son:
– Actua como antioxidante, gracias a su contenido en vitamina E que debilita la acción de los radicales libres.
– Gracias a su aporte de ácidos grasos omega 3 y 6, aumenta la síntesis de colesterol HDL (bueno) y reduce la formación de colesterol LDL.
– Por su contenido en fibra, ayuda a captar y eliminar el exceso de colesterol y aquellas sustancias tóxicas del organismo.
En este sentido, los especialistas confirman que consumir 50 gr. de maní diariamente ayudaría a reducir el colesterol. Por supuesto que deberán consumirse crudos, sin sal. Esta cantidad aporta al organismo el 24% de las proteínas requeridas. Por otra parte, sostienen que es un «alimento funcional» porque resulta una excelente opción para satisfacer el apetito y reducir la sobrecarga alimentaria, por tal motivo, tales cualidades lo convierten en un nutriente apto para emplear en regímenes.
Alimento saludable
– Es altamente rico en antioxidantes necesarios para proteger el organismo de enfermedades coronarias.
– El consumo regular de maní, por su contenido en vitamina E, ayudaría a prevenir la enfermedad de Alzheimer.
– Es bajo en sodio y rico en potasio, lo cual protege contra la hipertensión arterial y evita la retención de líquidos.
– Gracias a la presencia de minerales, su consumo favorece la formación ósea, las funciones del cerebro y la conservación de dientes sanos.
– Contiene ácido fólico, fundamental en la formación de células nuevas en el cuerpo y especialmente recomendado durante el embarazo, para prevenir malformaciones del tubo neural.
– Los ácidos grasos intervienen en las defensas inmunológicas.
– Mejora la digestión, por la presencia de fibras.
– Su contenido de niacina es importante para el mantenimiento de una piel saludable.
– Contiene un 8% de tiamina que interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso.
– Es una alternativa saludable para personas con anemia o convalecientes.
– Contribuye a la prevención de la osteoporosis.
– Es un práctico combatiente de la fatiga.
– Es muy energético y nutritivo.
Cómo se consume
Generalmente el maní se consume crudo, tostado o frito, salado o sin sal, con cáscara o pelado, en forma de garrapiñadas, turrones o praliné.
También se emplea para elaborar la famosa «mantequilla de maní”.
Sin embargo, la mejor manera de aprovechar sus beneficios para la salud es consumirlo crudo, para evitar los procesos de industrialización que le agregan sal y componentes artificiales.