Se hace una exposición sobre el yoga Nidra y sus beneficios para aquietar la mente, pero que también a través de su práctica se logran cualidades adicionales.
El swami Satyananda Saraswati, prácticamente por tradición y decisión del yoga Nidra, que es una disciplina que proviene de la práctica tántrica Nyasa, adaptó y actualizó para occidente estas prácticas, con el fin de hacerla accesible en esta parte del mundo, por allá en la década de los años 60. Perteneciente a la Escuela Bilhar de yoga, tuvo la iniciativa con el fin de hacer extensivo a muchas más personas, el beneficio que produce la práctica de este yoga a nivel de la mente que logra aquietarse y para activar el sistema parasimpático del sistema nervioso autónomo.
Para la producción y restablecimiento de la energía corporal, los seres humanos necesitamos del sistema parasimpático, por lo tanto, mediante la práctica de este yoga, se consigue una nivelación de ella, además de alcanzar una profunda relajación a nivel físico y mental, separándose de la conciencia de la experiencia exterior.
Esta separación de la conciencia de lo que se vive externamente, de acuerdo a las enseñanzas de esta escuela, se logra procurando mantener el cuerpo y la mente en reposo, como en un estado de vigilia, lo que permite una expansión de la conciencia. El yoga Nidra tiene una propuesta muy pacífica y alentadora que permite que sea practicado por cualquier persona, sin distingos de ninguna clase, ni de género, ni de edad, mucho menos de condición social o posición económica, sino que su propuesta es apta para todo el mundo.
Como en la práctica se toma conciencia de cada una de las partes del cuerpo, esas imágenes que quedan grabadas en la mente, se asocian con las sensaciones corporales de cada zona donde se coloque la atención, lo que ayuda a mantener una posición corporal acorde a la estructura del esqueleto, sin deformaciones o malas posturas.
La capacidad de concentración se ve claramente potenciada, al obligarse mentalmente a seguir las órdenes impartidas, obligando a la mente a mantener la atención, sin divagar en cualquier pensamiento que se le cruce.
Parte de los beneficios que se consiguen con la práctica del yoga Nidra es la mejoría de la memoria, que es una herramienta fundamental para reestructurar la mente. También se desarrolla aún más la creatividad, puesto que se estimula la imaginación y la visualización.
En el yoga Nidra la mente debe estar totalmente ocupada en seguir las instrucciones, las cuales son rápidas y requieren atención aguda. Sobre todo no hay que dormirse, ni racionalizar las palabras, ni hacer esfuerzo para recordarlas, pues todo esto cansa la mente y la hace dormir.