La idea es alimentarnos de forma saludable, aquí te dejo algunos consejos para que pongas en pie esta meta y vayas cambiando poco a poco tu manera de alimentarte.
1. Variedades la clave
Dado que no existen alimentos que contengan una combinación óptima de todos los nutrientes necesarios, tales como grasas, proteínas, minerales, vitaminas, agua y fibra, la dieta debe incluir gran variedad de alimentos para asegurarse la provisión óptima de nutrientes.
2. Alimentos con menos grasa
Presta especial atención a la grasa oculta. Esto incluye, por ejemplo, la grasa en la carne, embutidos, quesos, huevos, nueces, pasteles, chocolate, etc.
Asegúrate de que esta grasa oculta ascienda a no más de 30 o 40 gramos al día. De esta manera, tendrás la información no sólo de tu consumo diario de energía sino en el consumo de grasa, también debes saber si las combinaciones de los principales nutrientes cumplen con las recomendaciones.
3. Sal
Tu sentido del gusto, muy pronto se acostumbra a la comida salada. Si comienzas a comer alimentos muy salados por unos días, encontrará los alimentos con una cantidad normal de sal de muy mal gusto. Muchas poblaciones usan el doble de sal de lo que se recomienda, es decir, diez gramos de sal de cocina en lugar de cinco gramos por día. En la mayoría de los quesos, conservas, platos preparados, aperitivos, carnes y embutidos, ayudas de cocina, tales como los cubitos de caldo y mostaza se concentra especialmente lo salado. Por otro lado, existe muy poca sal en la leche, yogur, vegetales frescos, carne e hierbas, por eso, debes utilizar hierbas frescas para darle sabor y, agregar más sal altera la degustación.
4. No muchos dulces
Del mismo modo que se puede formar un cierto umbral de aceptabilidad de los alimentos salados, así también lo podamos hacer con los alimentos dulces. Una cierta dependencia de cosas dulces pueden desarrollarse. Si bien tienen un contenido energético relativamente alto, los dulces tienen un valor nutritivo relativamente bajo. Los azúcares simples y azúcares refinados se combinan con frecuencia con las grasas saturadas. En especial los caramelos, bombones y pralinés; estos amenazan la salud dental mediante la aparición de caries.
Además, los dulces contribuyen a elevar el umbral de dulzura para el sentido del gusto y no puede satisfacer el hambre de hidratos de carbono porque no los contienen. Cuando se tiene hambre, el nivel de azúcar en la sangre es bajo, por lo que a menudo se consumen más alimentos dulces de los realmente necesarios. Así que si se te apetece comer algo dulce, es mejor un poco de fruta fresca o seca.
5. Productos de harina
El consumo de productos fabricados con harina blanca molida, reducen la ingesta de fibra, vitaminas y minerales. Estos elementos están contenidos en las capas externas del trigo y la mayoría de ellos se pierden cuando se muelen.