Es posible prevenir y mejorar los trastornos del Sistema Nervioso Central que causa el estrés de la vida cotidiana. Te contamos como. El estudio y el trabajo son actividades que cada día se tornan mas demandantes en nuestra sociedad actual, requiriendo un estado de concentración y atención permanente. La aparición de ansiedad, nerviosismo, estrés, migrañas y cefaleas, son algunas advertencias de una sobre exigencia de nuestro sistema nervioso central que comienza a mostrar los primeros síntomas de un trastorno progresivo.
Algunas enfermedades como el insomnio y la depresión, son consecuencia directa de este tipo de padecimientos, donde no ha logrado recuperarse a tiempo el estado emocional y orgánico de la persona conduciendo indefectiblemente a estos malestares o padecimientos.
Si bien los mecanismos de la memoria y gran parte del sistema nervioso central no están bien dilucidados, si se conocen empíricamente algunos factores y sustancias que contribuyen a mejorar el desenvolvimiento del cerebro, vinculadas estrechamente a la energía mental y a la sensación de plenitud funcional orgánica que se verifica cuando se encuentran satisfechos los factores psicosomáticos involucrados.
Existen diversas plantas medicinales ampliamente ensayadas que son aconsejadas a nivel mundial para prevenir las enfermedades y trastornos relacionados al sistema nervioso central. Entre ellas podemos encontrar el ginkgo (Ginkgo biloba L.), el ginseng (Girisengpanax C.A Meyer u otras variedades), y la centella asiática (Centella asiática L. o Hydrccotik asiática L.).
– El ginkgo es aconsejado internacionalmente en los trastornos circulatorios periféricos causados por deficiente irrigación, trastornos circulatorios cerebrales ocasionales en situaciones de estrés, o especialmente los derivados de la esclerosis cerebral de la vejez. También se usa en tratamientos alternativos y complementarios del Alzheimer, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrofia (ELA) y otros deterioros cognitivos.
– El ginseng desempeña su actividad como un adaptógeno, es decir siendo capaz de aumentar la «resistencia no especifica» en el hombre y adaptándose a su requerimiento orgánico. Estudios científicos indican que es utilizada satisfactoriamente para aumentar la concentración, corregir la falta de energía y la sensación de cansancio.
– La centella asiática actúa como un energizante natural. Colabora en el estimulo de la memorización y en los delicados mecanismos que involucran a los procesos de cerebración.
Si bien dichas plantas presentan mecanismos de acción diferentes, per lo general su consumo simultáneo conduce a una complementariedad en su acción de prevención de las enfermedades que atacan al sistema nervioso central.
La promoción de la inteligencia y los procesos cognitivos mentales en edades tempranas constituye un aspecto de suma importancia a la hora de prevenir trastornos de agresividad, atención y posibilita acrecentar la capacidad de cerebración, memoria y lucidez.
Recientes estudios realizados en EE.UU. han demostrado que la suplementación balanceada de minerales como el zinc y el hierro en niños pequeños mejoran sensiblemente sus habilidades cognitivas y de razonamiento.
Gran cantidad de expertos sostiene que la mejor manera de asimilar los nutrientes y los principios actives reside en incorporarlos a una matriz vegetal que promueva su biodisponibilidad y permita paralelamente suministrar nutrientes deficientes en la dieta favoreciendo los equilibrios de absorción corporales.