La inmunidad a muchos virus se obtiene gracias a las inyecciones e inmunización, aquí encontrarás las ventajas de estas e información que es de importancia para toda persona que sufre con ataques de diferentes virus.
El cuerpo humano desarrolla inmunidad a muchos virus, bacterias e infecciones simplemente a través de la exposición a ellos. Esta inmunidad adquirida explica por qué los niños por lo general sólo tienen un ataque de una enfermedad como el sarampión o la varicela durante su vida. Los seres humanos como especie también son automáticamente inmunes a ciertas enfermedades que afectan a los animales.
Además de estos dos tipos de inmunidad natural, existe un tercer tipo que puede ser conferido por medio de la vacunación o inmunización. Debido a esto, hay algunas enfermedades causadas con anterioridad que pueden ser enfermedades graves e incluso provocar la muerte, que se han puesto bajo control o incluso erradican en todo el mundo.
Qué combaten las infecciones
Existen proteínas especiales que son específicas para cada infección en particular. Almacena la información sobre la naturaleza exacta de estos anticuerpos en los linfocitos y si la misma infección ataca por segunda vez, los anticuerpos idénticos son fabricados para luchar contra ella.
La inmunización por vacunación es una forma de provocar al cuerpo a producir anticuerpos contra una infección sin ser sometido a la infección en toda regla en sí. Si la persona vacunada más tarde entra en contacto con el agente de la infección de los linfocitos, se llega a trabajar para producir anticuerpos y la infección no podrá afianzarse.
El número de enfermedades para que la inmunización por vacunación sea posible es aún muy pequeño, pero varias enfermedades que solían ser una gran amenaza para la salud de los niños están incluidas. La inmunización se ha traducido en grandes mejoras para la salud y esperanza de vida en general.
Tipo de inmunización
1. Inmunización activa
La forma usual de la inmunización es la inmunización activa. Esta consiste en inyectar pequeñas cantidades de los virus o bacterias, ya sea en forma inactiva (muerta) o en vivo, pero debilita mucho. El cuerpo estimula la producción de anticuerpos, sin llegar a hacer que el niño se enferme y el resultado habitual es que la inmunidad se desarrolla. Este tipo de vacuna se administra a los bebés y niños pequeños, para protegerlos contra la difteria, la poliomielitis, tos ferina, el sarampión, las paperas y la rubéola Hib.
2. Inmunización pasiva
Esta forma de inmunización se utiliza para tratar a personas que ya han cogido la enfermedad, o que están en riesgo de tenerla atrapada. Se trata de la inyección de inmunoglobulina, que es rica en anticuerpos para dicha enfermedad. La inmunoglobulina se obtiene del plasma de sangre de donantes que han tenido la enfermedad.
Esta forma de inmunización ofrece protección inmediata y es del tipo de las utilizadas, por ejemplo, si un niño ha tenido el tipo de lesión que podría llevar al tétanos o si un niño ha estado en contacto con alguien que tiene hepatitis B, el efecto de estas inyecciones desaparece con el tiempo.
Un amplio programa de vacunación está disponible para todos los niños en los países desarrollados y la mayoría de los padres automáticamente toman ventaja de ellas. Algunos padres, sin embargo, se preocupan por los riesgos. Espero que esta información te haya servido de mucho.