Se da una explicación detallada sobre en qué consiste la energía pránica y cómo afecta la alimentación.
Una de las terapias alternativas que encontramos con menor frecuencia tiene que ver con la conservación de la energía pránica, la cual dicen los expertos que es desperdiciada y no puede ser aprovechada por el ser humano cuando es robada por los objetos metálicos, como es el caso de la ollas o las latas de conserva, por lo que esta energía se va perdiendo, en muchos casos producto de la industrialización de los alimentos, y es que la situación es crítica desde el mismo momento de la cosecha de cualquier alimento.
Por ejemplo cuando comemos vegetales frescos, que estén recién argados con el prana solar, podemos asegurarnos de una ingesta llena de esta energía por lo que los expertos aseguran que podremos favorecer considerablemente a todos nuestros sistemas fisiológicos priorizando los más expuestos y los que normalmente se ven más afectados por el ritmo de la vida moderna.
Si es inevitable para usted cocer las verduras nuestra recomendación o al menos la de los expertos en la energía pránica es la de hacerlo al vapor, y por el menor tiempo posible, tratando que los alimentos no tengan contacto alguno con elementos metálicos, siempre tratando de cocinar con recipientes de vidrio o de greda, siendo además estos mucho más higiénicos.
De esta manera podemos evitar la pérdida de lo que se llama prana, y por ende no perderemos las vitaminas que producen durante la cocción en las ollas metálicas, sin importa que sean de alumicio o de acero, teniendo este tipo de objetos el agravante que en muchos casos sus residuos se van acumulando en nuestro organismo producto de la ingesta de alimentos que han sido preparados en ellos, siendo en muchos casos estos elementos los que producen enfermedades que llegan en la vejez como el caso del Parkinson o el Alzheimer.
Hay que recordar que dentro de la enseñanzas que encontramos en el Yoga tradicional, siempre nos encontramos con la importancia de masticar los alimentos de forma prolongada, hasta que el sabor se haya ido por completo, teniendo la creencia que en estos casos el prana que ayuda a que los alimentos tengan este sabor haya sido absorbido por completo por nuestro organismo, teniendo como foco receptor la parte sublingual de la boca, siendo también esta parte la encargada de recibir la información vibratoria con la homeopatía o con las esencias florales.
Uno de los ejemplos que dan los expertos de la influencia del prana, poniendo como ejemplo a la miel que puede pasar largas temporadas fuera del refrigerador, sin descomponerse, lo mismo que sucede con algunas semillas, ya que en el caso de la miel al ser procesada por miles de abejas, que están en permanente contacto con el prana solar el cual está depositado en el néctar y en el polen de las flores su vitalidad es mucho mayor.