Se dan partes del reporte médico de la autopsia que se realizó al Dr. Atkins, autor de una de las dietas más famosas que sean visto en las últimas décadas y que murió siendo considerado una persona obesa.
Quizás uno de los primeros dietistas que se hizo mundialmente famoso con su método fue el Dr. Atkins, quien murió hace poco y a quien se le realizó la autopsia que dio el resultado y las conclusiones que a continuación hallarán.
“El Dr. Robert Atkins murió el pasado mes de abril a la edad de 72 años, como consecuencia de heridas que recibiera cuando resbalara en una calle cuya superficie estaba helada.
Antes de su muerte, el médico había padecido un ataque al corazón. Sufría de insuficiencia cardiaca congestiva, fallo miocárdico y de la hipertensión arterial” de acuerdo a lo reportado por The Wall Street Journal, al resumir partes del informe médico de las autoridades neoyorquinas.
“Pesando 258 libras con una estatura de seis pies, Atkins hubiese sido considerado una persona obesa”.
La noticia cayó como una ducha helada: tantas décadas defendiendo la dieta del Dr. Atkins y sin embargo, el mismo murió teniendo no sobrepeso, sino obesidad, lo cual hace más dramática la situación.
El Dr. William I. Bennett detractor acérrimo de muchas dietas, afirma con mordacidad que para hacer dinero y para escribir un libro de dietas uno puede seguir las pautas avanzadas así:
- Introdúzcase a sí mismo como un ‘experto.’ Por supuesto que ayuda tener un título o diploma, pero esto no es esencialmente imprescindible. La mayoría de quienes hacen millones de dólares en la industria de reducir peso, no son profesionales ni tienen conocimientos acerca de la fisiología de comer del ser humano.
- Conciba un título que sea pegadizo: ‘La dieta de los leones… come lo que quieras, cuando quieras y pierde peso, mientras ruges…’ ‘La dieta sin oxígeno… el oxígeno engorda… todos los gordos lo abusan’. Es la idea. Entonces defiendan el título con testimonios inventados. Los esposos Diamond, famosos ‘dietistas’, son expertos en este último asunto.
- Conquisten sus clientes. Repitan lo que ellos ya saben. Que ponerse a dieta es difícil, pero que si no lo hacen van a morir de las cosas usuales, obesidad, hipertensión, diabetes, etc. Métanle miedo… mientras más miedo, mejor…
- Introduzcan su Plan Magistral. Algo que los haga sentir verdaderamente especiales. Como lo serían ideas absurdas. Aquí les ofrezco algunas: Que el guineo engorda como el mango lo hace, porque los puercos los comen. Que los diversos tipos de comida no pueden consumirse al mismo tiempo porque su mezcla es contraproducente. Que no tomen agua con las comidas, porque el agua engorda. Ya que tienen una idea de lo que digo, usen su imaginación más adelante.
- Prometan resultados espectaculares, pero, dejando válvulas de escape porque no habrán efectos permanentes.
- En algunos países, consulten un buen abogado para cubrir todas las bases.
Más comentarios al respecto, podrían ser completamente inoficiosos. Solo saque sus propias conclusiones.