El cáncer de seno es uno de los tipos de cáncer que más vidas está quitando y las mujeres cada vez se asustan de peor manera porque no saben como manejar la actividad de los radicales libres. Puede que no sea totalmente controlable, pero pueden haber algunos pasos que se pueden seguir para minimizar los riesgos. Es una enfermedad que está quitando la vida a muchas mujeres en todo el mundo y a pesar de que a veces no hay control sobre la aparición de algunos tipos de cáncer, hay algunos consejos que pueden servir a la hora de reducir el riesgo de padecer de cáncer mamario. Siempre se ha dicho que la alimentación es básica y es cierto, puede influir mucho en el control de los radicales libres y aparición de las células malignas. Hay una relación, según los estudios científicos, entre el desarrollo de células cancerígenas mamarias y el consumo de azúcares refinados y las grasas de origen animal. Para contrarrestar el efecto, lo primero que hay que hacer es dejar de consumirlas y segundo aumentar la ingesta de frutas y verduras.
Mantener el peso es esencial, pues cuando aumenta, también lo hacen los factores de riesgo. Y es peor para las mujeres que empiezan a vivir la etapa de la menopausia, porque además de padecer obesidad, cambian los valores hormonales. Cuando se alteran los niveles de hormonas femeninas, como el estrógeno, el cuerpo empieza a reaccionar de diversas maneras y perder su capacidad normal de defensa, haciendo que sea más fácil que el cáncer aparezca y ataque. Por ejemplo, una mujer obesa y bajo el rigor de los síntomas de la menopausia, genera un 50% más de estrógenos, pues su tejido graso, los genera en mayor cantidad.
El autoexamen es uno de los consejos mas expandidos en todo el mundo y justamente es por esta razón muchas mujeres han identificado algún tumor o masa, ya sea benigna o maligna. Afortunadamente hay muchos manuales y guías para aprender cómo se hace y generalmente se practica a la semana siguiente del periodo. Después de los 40 años es necesario hacerse una mamografía por rutina médica o a los 30 años si ha habido algún antecedente familiar en primer nivel de consanguinidad. A pesar de ser incomodo, no duele y es muy rápido.
Cuando la primera menstruación aparece antes de los 8 años, puede que se presenten riesgos de padecer cáncer de seno a temprana edad, puesto que el cuerpo se ve expuesto a los cambios hormonales que se presentan y una niña no tiene el cuerpo adecuado para soportar estos cambios. Cuando una madre evidencie que esto pase, es mejor que lleve a su hija al pediatra para descartar cualquier anomalía. Otra situación de riesgo, puede llegar a ser el embarazo porque hay un aumento considerable de estrógenos y el cuerpo se ve expuesto por largo tiempo a estos cambios, haciendo que se puedan desarrollar células cancerígenas.