Siempre se ha dicho que el desayuno es la comida más importante del día pero hay personas que no entienden esto y creen que un buen desayuno es solo comer pan con tinto. Si se consume algo muy rápido, habrá una descompensación general y hasta aparición de enfermedades. Muchas personas aun no lo entienden pero esta primera comida del día, tiene más beneficios de los que se imaginan. Es necesaria para todas las personas pues es el que aporta entre el 25 % o 30% de las calorías que se necesitan al día. Desafortunadamente la sociedad ha concebido o transformado el desayuno como algo rápido, ligero y sin importancia, así que lo resumen en una fruta o un café y un pan, pero esto no contiene todos los requerimientos que debería tener esta comida.
El cuerpo, emplea energía durante la noche a pesar de estar descansando, pues necesita obtener de algún lado lo necesario para mantener en orden y funcionando todos los sistemas y órganos. Esto se logra gracias a la última comida del día o cena, pero al siguiente día necesita algo con que “recargarse” y la principal vía es el desayuno. Si esta comida se excluye de la dieta diaria, el cuerpo se sentirá cansado, fatigado y la mente molesta e irritada. La combinación de todas estas sensaciones, hará que el organismo no cumpla con sus deberes y no tenga la energía suficiente para responder a las necesidades de todo un día.
Los beneficios generales e importantes del desayuno son varios, entre ellos el mantener un estado nutricional adecuado, obtener la energía y requerimientos que el cuerpo necesita para cumplir con todas las actividades, mantener un rendimiento intelectual estupendo, sin mencionar el buen estado físico que el cuerpo exhibirá. Si no se consume el desayuno, habrá una descompensación de peso y puede que se suba exageradamente de peso o que se pierda de una manera descontrolada. La clave está en que el desayuno es el iniciador del metabolismo y si no se activa, entrará en desorden. Si se consume el desayuno de la manera adecuada, habrán menos posibilidades de padecer de diabetes tipo 2, pues regula la concentración de azúcar en el cuerpo.
Para los que quieren tener una idea de lo que es un desayuno saludable, aquí hay algunos ejemplos:
– dos o tres tostadas integrales, dos rebanadas de queso blanco y fresco, una taza de café con leche descremada y 5 fresas.
– Una taza de yogurt descremado y sin azúcar, dos cucharadas de avenas en hojuelas y una rebanada de melón o de papaya.
– Un pedazo de pan integral, dos cucharas de queso ricota, un pedazo de pechuga de pavo y una fruta.
– Una taza de gelatina o 4 fresas, una taza de café con leche descremada y una rebanada de pan integral.
Si se requieren más opciones, nada mejor que consultar con un nutricionista, que tendrá en cuenta la contextura, las necesidades de cada persona y los problemas o limitantes de salud.