Muchas personas no saben diferenciar si hay presencia de fiebre o no por lo métodos comunes pero no verídicos de identificarla ademas que la solución mas rápida y fácil es auto medicarse lo cual se convierte en un error mortal. Hay que aprender a reconocer y enfrentar una fiebre pues muchas personas suelen confundirla con subidas de tensión o la dejan pasar porque creen que es calor o efecto de la menopausia en algunas mujeres aunque el error más grave es auto medicarse ya sea con pastillas o hasta inyecciones que no se sabe si puedan generar reacciones peligrosas o sean contraindicadas.
La temperatura normal de cuerpo es de 37 grados centígrados pero esta puede variar dependiendo de las actividades que se realicen, la comida que se consuma o hasta las prendas de vestir que se usan comúnmente y más si hay ropa en exceso. Si usando un termómetro se refleja una temperatura entre los 37,2 y 37,5 es posible que haya un aumento de temperatura pero si supera los 37,7 grados ya hay presencia absoluta de fiebre. Es importante saber identificarla y por eso es bueno que siempre se tenga a mano un termómetro casero pues es verídico y exacto en los datos ya que frecuentemente se recurre a poner la mano en la frente o las mejillas para saber si alguien tiene la temperatura alta.
Por otro lado, la fiebre es un síntoma común del cuerpo que puede darse en diversas ocasiones pero esto no quiere decir que sea una enfermedad sino por el contrario es un mecanismo de defensa que expulsa o acorta el ciclo de vida de otras enfermedades. Como el cuerpo tiene medios de enfriamiento rápido, suelen abrirse los poros y generar sudor para alivianar el calor, pero hay casos en los que suelen cerrarse y entonces se siente un calor muy penetrante. Por esta razón lo mejor es tomar líquidos en abundancia y regular poco a poco la temperatura corporal. Y si el agua no es del todo apetecida, los jugos de fruta pueden ser una buena solución, además de muchos remedios caseros que brindan soluciones rápidas.
Para acelerar el proceso de enfriamiento es bueno utilizar toallas o esponjas con agua tibia evitando la fría y posicionarlas en áreas como la frente, las axilas, la ingle o parte de las piernas que son las zonas donde más se concentra el calor y que distribuye rápidamente la sangre y temperatura que empieza a regularse.Pero hay que tener en cuenta que las fiebres de un niño son diferentes a las de un adulto y que es necesario en los pequeños buscar algún tipo de orientación o ayuda pediátrica. Por otro lado si de repente de presenta una rigidez en el cuello o se superan los 38 grados es momento de visitar urgentemente al médico pues algo no anda bien y se pueden presentar episodios de convulsión y disminución de neuronas por la afección sufrida. Dependiendo de los síntomas acompañantes y de su duración que por lo general no deben exceder los tres días, hay que acudir de urgencias antes que algo grave pase. Estos son generalmente vomito y debilidad corporal.