La edad biológica realmente debería ser mucho mas importante que la cronológica, pues es la que define la vitalidad y salud del cuerpo y la mente, así que hay que hacer lo posible por cuidar los hábitos de consumo para que no se aparente mas edad de la que realmente se tiene. Para las personas pueden haber dos tipos de edades, la que es cronológica y definen los años reales, los que han pasado desde el día que nació; y la edad biológica, la que pueden ver los demás y la que definen las experiencias y la influencia biológica y sicológica, que puede hacer que alguien se vea más o menos joven con respecto a su edad cronológica.
Con respecto a la parte social, la edad cronológica es la que tiene mayor validez en cuando a cosas legales o para el ingreso a ciertos lugares, es mas por información y reglas, mientras que la segunda edad se hace mas con el interés de hacer un balance y estadísticas, por ejemplo, que una persona presente más o menos enfermedades a determinada edad o el índice de mortandad, la aparición de canas o líneas de expresión. Lo cierto es que el estilo de vida influye, la forma como se asumen los problemas, el cuidado de la imagen física y mental, la actitud y prevención de enfermedades y los vicios o costumbres que se tengan, sobre todo al cigarrillo, el alcohol o trasnochar, incluso quienes lo hacen porque tienen que trabajar a esa hora. Tal vez es la única edad que si se puede alterar, haciendo que el reloj se detenga o no corra tan rápido como el cronológico.
Lo que más influye esencialmente es la alimentación, pues el consumir alimentos ricos en grasas, bajos en proteínas, vitaminas y minerales, sin fibra o que ayuda a la aparición de enfermedades, que tienen bajo porcentaje de antioxidantes o que favorece la actividad de radicales libres son los que más deterioran el cuerpo y de paso la mente, generan una fatiga y un cansancio, una respuesta pasiva y lenta del cuerpo entregándose por completo al sedentarismo. El ejercicio por muy duro, complicado o pesado que sea debe ser tenido en cuenta como actividad diaria. Y es que nada más simple que caminar o trotar un poco y probablemente no sea tan fatigante como una práctica muy estricta.
Las personas y sobre todo las mujeres se preocupan por lo que pueden pensar los demás si llegan a decir su edad cronológica, pero lo que debería realmente importarles es su edad biológica, pues es lo que refleja quiénes son, cómo se ven y hasta cómo se sienten sin que digan una sola palabra, por eso hay que dejar de lado la estigmatización a decir la edad que se tiene para que mejor sea la gente la que se sorprenda que son menos años los que se reflejan que los que en la vida real se tienen.