La rosácea se caracteriza por grupos de capilares cercanos a la superficie de la piel, que se dilatan y producen un eritema facial o enrojecimiento de la piel, principalmente en la nariz, mejillas y mentón. Además del enrojecimiento, la rosácea puede producir también un ardor persistente en la piel y sensibilidad extrema al tacto. En ocasiones, aparecen pápulas o granos que se asemejan al acné, de allí que antiguamente se la llamara acné rosáceo.
Esta dolencia afecta con más frecuencia a mujeres blancas de 30 a 50 años de edad. Sin embargo, en los hombres se presenta de forma más severa, con una proliferación de diminutos tumores y tejido engrosado que hace que la nariz se tome bulbosa y amoratada.
La consulta al médico siempre es lo más indicado, pero existen algunos remedios naturales que ayudarán a aliviar los síntomas, como por ejemplo:
Aloe:
Aplicar gel de aloe vera o sábila sobre la piel seca afectada. Sin embargo, es necesario verificar antes si se es alérgico a esta planta. Por ello, se debe colocar primero una gota en la muñeca, y si la piel se pone roja, no se debe usar.
Manzanilla:
Hervir un puñado de manzanilla en medio litro de agua, durante 10 minutos. Retirar del fuego y dejar refrescar. Aplicar sobre el área afectada usando una bolita de algodón. Repetir dos veces al día. La manzanilla, una hierba de la familia de la ambrosia, alivia la piel propensa a la rosácea y, por ello, es muy recomendable.
Máscara:
Pelar un pepino y colocar en una batidora junto con una taza de agua. Añadir, poco a poco, la clara de un huevo mientras se bate el pepino. Aplicar en el área afectada, usando una bolita de algodón. Dejar colocado durante 30 minutos, y lavar con agua fresca. Repetir esta acción a diario.