Comer es un regalo para el paladar de cualquiera y más cuando los alimentos se ven expuestos a diversos procesos de cocción. Pero qué pasa cuando la comida empieza a percibirse más sana cuando está cruda y los consumidores prefieren dejar de cocinar y comer desde un vegetal hasta un trozo de carne, completamente crudos? Puede sonar bastante extraño, pero es lo que se está imponiendo en el mundo de las dietas y está teniendo muchísimos seguidores. Aunque no todo es tan color de rosa, pues así como hay personas que se sienten mejor consumiendo productos sin cocinar, hay otros que piensan que comerse todo totalmente crudo, no es muy seguro ni sano.
En realidad no se trata solo de comer frutas o verduras en estado natural o sin algún proceso de cocción, pues quienes consumen alimentos crudos, tienen en cuenta productos como carne, arroz y pasta. La mayoría de los que siguen esta tendencia, son vegetarianos o incluso veganos y son de los que se privan de comer huevos, leche u otro derivado animal. Incluso, hay los que opinan que es mejor no comer ni siquiera tofu, pues proviene de la soya sometida a un tratamiento. Puede que para los médicos, estas personas no estén muy sanas, pues han llevado si alimentación hasta un punto muy obsesivo y para una dieta que se recomiendo con un nivel de calorías que van desde los 2000 hasta los 2200, tienen graves falencias, pues sus alientos crudos, lo único que logran aportar son cerca de 800 calorías.
Según los testimonios de los que siguen esta dieta, afirman que su salud ha mejorado increíblemente, que no tienen que sufrir por padecer de insomnio y aunque duermen pocas horas, tienen suficiente energía para el siguiente día y para todas las actividades que tienen que hacer. Para ellos pueden haber muchos cambios en sus mentes y organismos, pero no hay comprobación científica, de que tener un dieta a base de solo productos crudos, sea realmente positiva.
Los médicos han dicho que las personas se han dejado llevar más por la moda de lo que ven en otros países, de la globalización, de las ganas de probar lo que hacen otra culturas. Pero no han caído en cuenta de los problemas que pueden afrontar por consumir alimentos extraídos directamente de sus lugares de origen. Por ejemplo, esto pasa con el pescado con el que es preparado el sushi, y a veces, por no recibir el tratamiento de higiene adecuado, los comensales pueden llegar a sufrir de enfermedades o dolencias gastrointestinales.
Los seguidores de este tipo de dieta, también aseguran que el hecho de cocinar la comida, hace que su cuerpo en algún momento se debilite y empiece a sufrir una intoxicación silenciosa. También que el hecho de someterlos a las frituras, el calor y otros procesos, hace que se pierdan grandes cantidades de proteínas, minerales, vitaminas y agua. Las alternativas que ven en el mercado no suplen sus necesidades de salud y por eso prefieren controlar ellos mismos su manera de alimentación y poder sentirse más seguros.