Esta enfermedad de raíces psicológicas afecta actualmente a una gran cantidad de personas en todo el mundo, especialmente a los jóvenes, que son más propensos a tener dificultades con los estereotipos de belleza implantados. Diferenciada del trastorno alimenticio de anorexia, la bulimia tiene síntomas que son más difíciles de detectar, y la exposición de los jóvenes al problema puede ser más prolongada. Por eso, a continuación se explica como detectar, tratar y controlar a este temible enemigo de la sociedad actual. Bulimia
Se define como una patología que se origina por una preocupación obsesiva por la alimentación y sus efectos en la apariencia. Es una enfermedad que se origina en la mente pero que se expresa físicamente, habiendo una relación cíclica entre una distorsión de la comprensión de la figura propia, la necesidad psicológica de eliminar la alimentación, que aparenta ser la generadora de tal distorsión, y la acción premeditada del vómito o ingestión de laxantes, que aumenta progresivamente en la frecuencia que se realiza.
Padecimiento
Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que los llevan a comer (a diferencia de los anoréxicos), de manera que después de ingerir alimentos tienen sentimientos de culpa y vergüenza que los dominan. Esto los lleva a una purga, como se mencionó anteriormente, por medio de vómitos autoinducidos, empleo de laxantes o diuréticos; lo cual puede ser acompañado por regímenes rigurosos o excesivos de ejercicios para contrarrestar los efectos de las comidas ingeridas.
Causas
Este padecimiento es originado tanto por factores psicológicos, como biológicos y sociales, que distorsionan la mirada que tiene el enfermo sobre si mismo, produciendo una reacción de temor irracional a engordar o provocando el efecto de verse obeso cuando no es así. Muchas veces la bulimia aparece a raíz de dietas fallidas, en las cuales no se puede controlar el régimen alimenticio y comienza a haber una gran ansiedad, esta lleva a no poder reprimir las ansias de alimentarse.
“No es la imagen la que se distorsiona realmente, sino que lo que se distorsiona es la mirada sobre uno mismo”.
Síntomas
– Atracones o sobre ingesta de alimentos en un período de tiempo corto, generalmente más de dos veces a la semana.
– Vómitos autoinducidos o utilización de laxantes o fármacos para controlar el peso.
– Prácticas deportivas excesivas.
– Baja autoestima y paupérrima identificación del propio cuerpo.
– Ansiedad, que manifiesta el desarrollo de la enfermedad, y síntomas depresivos.
– Dolores de cabeza, hinchazón del rostro, problemas con los dientes, mareos y debilidad.
– En las mujeres irregularidades menstruales.
– Fluctuaciones constantes en el peso.- Roturas gástricas, perforación esofágica y reflujo gastrointestinal.
Tratamiento
Solo es posible luchar contra esta enfermedad con atención terapéutica, y suele ser necesaria la implementación de fármacos; los terapeutas con experiencia en alteraciones alimenticias resultan muy eficaces para brindar la contención necesaria en el paciente. Los fármacos suelen ser requeridos para atacar la depresión adyacente al estado bulímico
Dado por el estado de gravedad del paciente se puede recurrir a un tratamiento ambulatorio o de hospitalización. Además el tratamiento implica la colaboración constante de la familia, que debe ser fuente de apoyo y estabilidad emocional.
Las tasas de curación del padecimiento alcanzan el cuarenta por ciento de los casos, ya que la enfermedad suele ser intermitente y se tiende a cronificar. Además es necesario resaltar que la tasa de mortalidad supera a la de la anorexia, debido a complicaciones en el organismo derivadas de las purgaciones y fármacos utilizados.