Se presenta un amplio panorama sobre los orígenes del vegetarianismo, así como las principales tendencias de estos seguidores, que no son tan simples.
Desde hace ya muchos años, se ha comprobado científicamente que una dieta vegetariana, bien diseñada y planeada de acuerdo a las necesidades de cada persona, está perfectamente conforme con un excelente estado nutricional. Se podría decir que una dieta mal planeada, ya sea vegetariana o no, representa el riesgo de ocasionar una serie de desórdenes nutricionales, por lo que más allá de la orientación deberían ser prohibidas.
Por lo menos esa es la posición oficial de la Asociación Americana de Dietistas, Ada.
Los primeros relatos o documentos que hablan de una dieta vegetariana, se remontan a finales del siglo XVIII y se basaban en argumentos de carácter moral y metafísico. Desde entonces ha cobrado importancia e infinidad de seguidores, quienes han encontrado en sus métodos, alivio y biernestar para los males que los aquejaban.
En la actualidad este método de alimentación es defendido por muchas personas y algunas reconocidas figuras de la vida pública lo apoyan y lo mantienen, lo que presta una mayor fuerza a sus argumentos. También es defendido por muchas organizaciones y entidades ecologistas que abogan por un mejor planeta.
Sin embargo, fue solo hasta mediados del sigloXX en que después de nuemrosos estudios a largo plazo, se pudo demosttrar científicamente que una dieta vegetariana era completamente compatible con un excelente estado de salud.
Pero si se va un poco más allá, la Asociación Americana de Dietistas, reconoce ya abiertamente que existen una serie de evidencias científicas que demnuestran que el consumo de una dieta vegetariana, puede ayudar en la prevención de una serie de enfermedades.
En general el vegetariano no consume ninguna carne de animal ni ningún producto derivado de ellos, que son los más radicales, que son los que se conocen como vegetarianos totales o veganos.
También están los tradicionales, que han adquirido el hábito por su ambiente familiar o por creencias religiosas o culturales, por lo que manifiesta un completo rechazo al consumo de cranes en general.
El conocido con el nombre de lactovegetariano, que son aquellos que incluyen en sus dietas algunos productos lácteos, como leche, quesos y yogurt, por ejemplo.
También se conocen los ovovegetarianos, que son los que aceptan incluir productos lácteos y además huevos.
Los semivegetarianos, que son los que excluyen el consumo de carnes rojas y se permiten el consumo de carnes blancas como el pollo y algunos pescados. Sin embargo, rechazan los pescados de carne oscura y los mariscos.
Y finalmente están los novovegetarianos, que son los que terminaron adoptando algunos hábitos vegetarianos por refelejo de pertenecer a un grupo religioso, folosófico o cultural.